Pasó otra feria internacional del libro de Bogotá.
Esta feria, que ya cumple 35 años, se realiza tradicionalmente en la tercera semana de abril para coincidir con un evento fundamental en la cultura hispánica: el día del idioma, que a su vez se celebra por ser el 23 de abril el día en que Miguel de Cervantes Saavedra murió.
Es justamente del patrono de la lengua española de quien vengo a hablar hoy: Don Miguel de Cervantes Saavedra. Nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547. En una disputa de honor hiere a un tal Antonio Sigura y el rey Felipe II ordena su detención, por lo que huye a Italia, donde tiempo más tarde participa en la batalla de Lepanto donde la santa liga se enfrentó al imperio otomano y allí perdió su mano izquierda y por eso también se le conoce como el manco de Lepanto.
Sin embargo, haber perdido la mano no fue impedimento para seguir batallando, y siendo capitán pudo reclamarle al rey su propia de soldados, pero de regreso a España, en 1575, lo embisten unos piratas musulmanes y se lo llevan de rehén, creyendo que era un noble, y trasladado a Argel.
A partir de ahí, año tras año, intentó escapar con mayor o menor éxito, pero al final siempre era regresado a su encierro. Y justo cuando iba a ser trasladado a Constantinopla, unos monjes trinitarios pagaron los 500 ducados que pedían por su liberación.
Cervantes regresó a España y se hizo político. A partir de ahí es que comienza su leyenda como escritor. Y es que fue tan grande que creó, por su propia cuenta, más de 140 refranes y sentencias, que aparecieron por primera vez en sus obras, y desde entonces entraron a formar parte del torrente nuestro lenguaje.
Aquí les voy a poner apenas algunos ejemplos:
- El hacer bien a villanos es echar agua en la mar.
- Un hombre es mayor que otro cuando hace cosas mayores.
- Más vale la pena del rostro que mancha en el corazón.
- En casa llena, pronto se guisa la cena.
- Lo que se sabe sentir se sabe decir.
- El vino en exceso no guarda secreto.
- Más vale el buen nombre que las muchas riquezas.
- Una retirada a tiempo vale más que una derrota.
- En donde reina la envidia no vive la virtud.
Además de todo esto, como si fuera poco, Cervantes inventó también una gran cantidad de palabras que hasta entonces no existían en el lenguaje. El quijote, para empezar, pero también otras que surgieron de sus años en tierras moras y su contacto con los campesinos españoles. Algebrista, aspar, despensa, pagano, sobrenombre y zahorí son algunas de esas palabras que nunca se habían registrado por escrito antes del Quijote.
Y en este punto, ustedes dirán: ¿y a mí qué? ¿De cuándo acá me interesa lo que haya hecho este señor, cuando nunca he leído el Quijote, y por supuesto no voy a sacrificar mis valiosas horas en Tiktok para hacerlo?
Pues resulta que hace unos días Meta anunció que abandona sus sueños de posicionar el metaverso, para darse la pelea en invertir en su propia inteligencia artificial .
Todos los sueños de inmersión y de la “segunda vida” que prometió Mark Zuckerberg se deshacen ante la inminente llegada de programas de computador que pueden crear contenido por su propia cuenta.
Y es más triste aún porque, como dice Diego Ruzzarin, la inteligencia artificial que vemos hoy en día está potencializando la creación de piezas artísticas (poesía, pintura, música, literatura) mientras que el ser humano está quedándose con el trabajo pesado y mecánico de llenar tablas de Excel. Según él, los sueños del futuro tecnológico se convirtieron en una distopía, pues ante la posibilidad de automatizar los procesos engorrosos para disfrutar más de nuestra vida, resultamos siendo los seres humanos quienes nos quedamos con esta carga y la IA la que realiza los trabajos creativos.
Por eso, creo yo, la manera de contrarrestar esta situación es regresarnos a los seres humanos la capacidad de crear en la escritura.
Claro, en la era de la tecnología y la creatividad, muchas habilidades son valoradas, desde la programación y la capacidad de diseño hasta la capacidad de pensar de manera crítica y resolver problemas. Sin embargo, a menudo se subestima la importancia de la redacción efectiva en la era digital, donde la comunicación escrita es más importante que nunca.
La redacción efectiva es un súper poder que puede abrir puertas y aumentar la influencia en cualquier campo. Aquí hay algunas razones por las que redactar bien es un súper poder en la era de la tecnología y la creatividad.
En primer lugar, la redacción efectiva es esencial para la comunicación clara y eficaz. En un mundo donde la comunicación se realiza a menudo a través de la tecnología, desde correos electrónicos hasta mensajes de texto, es fácil malinterpretar o enviar una comunicación equivocada. Un buen redactor puede evitar malentendidos y errores, y comunicar de manera clara y efectiva.
En segundo lugar, la redacción efectiva es esencial para la creación de contenido en línea. Ya sea que se trate de un blog, un sitio web, una publicación en redes sociales o un correo electrónico de marketing, el contenido escrito es crucial para la creación de una marca en línea. Un buen redactor puede crear contenido atractivo y convincente que atraiga a los lectores y los mantenga interesados.
En tercer lugar, la redacción efectiva es esencial para la persuasión y la influencia. Ya sea que se trate de persuadir a un cliente potencial para que compre un producto o servicio, o de convencer a los colegas de que adopten una nueva idea, la capacidad de redactar bien puede marcar una gran diferencia en el resultado final.
En cuarto lugar, la redacción efectiva es esencial para el liderazgo efectivo. Los líderes deben ser capaces de comunicar sus ideas de manera clara y efectiva a su equipo y a otros interesados. Un buen redactor puede inspirar y motivar a su equipo a través de la comunicación escrita.
En quinto lugar, la redacción efectiva es esencial para la construcción de relaciones. Una buena comunicación escrita puede ayudar a construir relaciones sólidas con clientes, colegas y otros contactos profesionales. La capacidad de redactar bien puede ayudar a construir la confianza y la credibilidad, y establecer una base sólida para la colaboración y el éxito futuro.
En conclusión, en la era de la tecnología y la creatividad, redactar bien es un súper poder que puede marcar una gran diferencia en cualquier campo. La capacidad de comunicarse de manera clara y efectiva, crear contenido atractivo y convincente, persuadir e influir, liderar de manera efectiva y construir relaciones sólidas son habilidades valiosas que pueden ser adquiridas con la práctica y la dedicación. Por lo tanto, es importante valorar y desarrollar la habilidad de redactar bien para tener éxito en la era digital, y si tienen suerte, puede que algún día se celebre una feria del libro para celebrar el día de su fallecimiento.