Querido niño Dios del marketing, yo seré publicista pero creyente. Así que decidí escribirte mi lista de regalos que quiero para este año y que te pido porque ya no alcanzó a comprarlos con la prima.
Primero que todo vamos a saldar deudas. Entre nuestros buenos actos estuvo la recuperación en ascenso del gremio. Entre el 2021 y 2022 el sector de la comunicación y el marketing recuperó terreno y subió el empleo del sector en un 19,29% en Colombia y 23,18% en toda latinoamérica. Se crearon nuevos emprendimientos y tenemos una gran proliferación de nuevos perfiles profesionales que entran a las empresas a complementar de la mejor manera nuestras campañas.
Otro cañonazo bailable es que los indicadores dicen que las empresas de comunicación y marketing recuperaron rentabilidad y ningún subsector reportó márgenes operacionales negativos.
Pero como no todo fue risa y buen ambiente laboral, este año lo que tenemos por mejorar son las malas prácticas que llevamos arrastrando desde hace tiempo, y que los nuevos talentos ya no se tragan ni con vino Sansón.
Durante años ha proliferado la cultura del sobreesfuerzo en redes sociales, poniendo ejemplos de empresas y personas que dedican muchas más horas de las necesarias para alcanzar sus objetivos. La verdad sea dicha: que otros lo hagan no lo hace correcto. No solo porque debemos hacer un mea culpa al pretender que las personas no quieren tener una vida privada fuera de las empresas, sino porque además este tipo de comportamientos también maleducan a los clientes, que asumen que tienen toda la potestad.
Una buena planeación y gestión del tiempo es tan efectiva que reemplaza perfectamente noches de trasnocho. Desde quién envía sus solicitudes, hasta los equipos que las trabajan son responsables de que esas malas prácticas desaparezcan igual que la natilla que hace mi mamá el 24.
Y ya que hablamos de tiempos, la discusión del trabajo “remoto o híbrido” también estuvo prendida como pólvora de muñeco de año viejo. Se ha demostrado en un estudio de WeWork junto a Michael Page, proveedora de reclutamiento, que el 90.5% de los colombianos asegura que los principales retos del trabajo totalmente presencial es la pérdida de tiempo en desplazamiento y el 85.8% manifiesta sentirse más feliz compartiendo su jornada trabajo entre la oficina y el home office.
Los lugartenientes de la productividad de fábrica se resisten a aplicar el trabajo híbrido, haciéndonos pasar horas y horas nalga en las oficinas, contribuyendo a que la rotación de talentos se mantenga en niveles alarmantes y a que los pobres de RRHH les sea más difícil llenar los puestos que se abren en las mesas de trabajo.
Aún nos falta camino por recorrer y tenemos muchos retos por delante cuando el mundo que nos tocó cambia a tal ritmo que ahora Tiktok es el principal buscador de información, reemplazando a Google. Pero somos una industria que se adapta, que se arriesga, que sabe evolucionar cuando lo necesita.
Confío que como buenos creativ@s siempre nos quedemos con lo bueno de nuestras acciones, y que avancemos para darle a la gente las ideas que merecen, las campañas que sí quieren ver y las marcas que les importe hacer del mundo un lugar mejor.
Y ahora que apelé a tu lado sensible y escribí tan linda apología, procedo a mis cinco deseos de Navidad:
- Que este año solo llegue una ronda de ajustes.
- Que mi emprendimiento crezca para dejar de ser el todero.
- Que no me quiten más presupuesto para mi marca.
- Que las reuniones que pudieron ser un mail, sean un mail.
- Que el algoritmo deje de cambiar cada tres meses.
Feliz navidad y año nuevo, les desea todo el equipo de NOGMA.