Cómo no convertirse en un director de arte que replica y repite
En 1917 llegó a la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York una escultura. Se trataba de un orinal firmado por un tal R. Mutt. Se titulaba “Fuente” e incluía los 6 dólares que exigía el museo como único requisito para ser admitido bajo la premisa de que “todos van a ser expuestos”. La obra, […]